martes, 20 de febrero de 2018

IMAGINA EN LA COCINA


Hoy venimos a hablaros de un álbum ilustrado dirigido a niños entre 5 y 8 años. Se llama Imagina en la cocina y su edición ha sido posible gracias al crowdfunding de Verkami y a la editorial Círculo Rojo. Detrás del proyecto está Salvador Ibañez, un ilustrador afincado en Madrid que puedes tener la suerte de conocer en alguno de los cuentacuentos-presentación de su libro que está haciendo por distintas librerías de España. Nosotros asistimos a uno en la Librería Imperia, de Gijón, el pasado sábado día 17 de febrero.




La puesta en escena incluía una maleta llena de sorpresas. Algunas salían de la misma en forma de adivinanzas que invitaban a los niños a pensar en alimentos que podían formar parte del desayuno: pera, plátano, pan… El relato induce a la reflexión desde el principio pues nos sumerge en las diferencias entre ciudades, nos muestra distintos comportamientos de las personas y  nos enfrenta a la prisa que hoy en día domina nuestra vida (al menos la de algunos). Pero, ¿que pasa cuando dedicamos tiempo a lo que tratamos como banal?. Pues que podemos descubrir mundos desconocidos, formas que invitan a imaginar historias diferentes y … a soñar. Especialmente cuando te enseña a hacerlo una persona tan significativa como papá. Las diferentes partes y formas de una cafetera sirven para este juego imaginativo que nos conduce a una nueva manera de mirar las cosas. Por otro lado, las ilustraciones acompañan el texto de una forma suave y tranquila. Poco texto y poca imagen para que la fantasía haga el resto.

Se nos ocurren muchas posibilidades para introducir este álbum ilustrado en el aula. Podemos utilizarlo para hablar de la comida más importantes del día: el desayuno. ¿Es importante el desayuno?, ¿Cómo lo hacéis en vuestra casa?, ¿Con quienes desayunas?, ¿ Dedicáis el mismo tiempo por semana y los fines de semana a desayunar?. Por supuesto, según la edad de los niños, podemos ir adaptando los objetivos y las preguntas. También para trabajar la creatividad a partir de la idea de ver la realidad con otros ojos. Por ejemplo, podría enseñarse a los niños diferentes objetos y preguntarles que les sugiere su forma, una parte de ellos, que otros usos podrían darles, etc. Otra posibilidad podría ser la de pensar como afectan los horarios a nuestra vida, a la de nuestros padres, hermanos, profes… Podríamos convertirles en pequeños observadores de la celeridad que tan presente está en nuestras vidas.

En definitiva, la literatura infantil en general y este álbum en particular nos puede servir como punto de partida para el trabajo por proyectos. ¿Os animáis?

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