Vídeo sobre los efectos de la música en el cerebro
https://youtube.com/watch?v=zwVHGv8exZI
SIETE COSAS QUE NO SABÍAS SOBRE LOS EFECTOS DE LA MÚSICA
2. ¿Música de fondo? Tanto si
reproducimos una canción de Lady Gaga como si optamos por un disco de música
clásica, escuchar música mientras desarrollamos una tarea cognitiva -como
estudiar o redactar un informe- reduce el rendimiento, según un artículo
publicado hace poco en Applied Cognitive Psychology. Lo mejor en estos casos,
dicen sus autores, es el silencio.
3. Ritmo para hacer deporte.
Científicos de la Universidad de Brunel demostraron en 2008 que escuchar cierto
tipo de música, fundamentalmente de los géneros rock y pop, podemos aumentar
nuestra resistencia al ejercicio físico intenso hasta un 15%. El estudio fue
publicado en la revista Journal of Sport & Exercise Psychology.
4. La música, por la izquierda. Según
un estudio realizado hace unos años en las universidades de California y
Arizona (EE UU) y publicado en Science, el oído derecho recoge mejor los
sonidos del habla, mientras que el izquierdo, responde mejor a la música.
"Incluso al nacer, el oído está estructurado para distinguir entre los
diferentes tipos de sonidos y enviarlo al lugar correcto en el cerebro",
concluía una de las autoras del estudio, Barbara Cone-Wesson.
5. Música y alcohol. La música alta
en los bares incita a beber más alcohol en menos tiempo, según una
investigación francesa difundida en 2008 por la revista Alcoholism: Clinical
& Experimental Research. Además, cuanto más alto es el volumen de la música
más rápido se consume la bebida.
6. Buena para la circulación.
Científicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland han demostrado que
escuchar música puede beneficiar al sistema cardiovascular tanto como hacer
ejercicio o tomar ciertos medicamentos. Concretamente, analizando la respuesta
de los vasos sanguíneos con ultrasonidos mientras escuchamos música, Michael
Miller y sus colegas comprobaron que el diámetro de los vasos, medido en la
parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. En contraste,
la música que calificamos como estresante hace que los vasos se contraigan un
6%. Los experimentos mostraron también que escuchando canciones que invitan a
reír los vasos sanguíneos se dilatan un 19%, mientras que la música relajante
produce una expansión del 11%.
7.Con los ojos cerrados. Estudiando
los cerebros de 15 sujetos con ayuda de resonancia magnética funcional, Yulia
Lerner, de la Universidad de Tel Aviv, demostró el año pasado que cerrar los
ojos aumenta el efecto emocional que nos produce la músca. Concretamente la
doctora Lerner utilizó música de miedo del estilo de la empleada por Alfred
Hitchcock en sus películas.Y comprobó así que la actividad de la amígdala, una
zona del cerebro vinculada a la sensación de miedo, aumentaba mucho más con los
ojos cerrados que si se mantenían abiertos.